En medio de la jungla de tráfico del área metropolitana de Barcelona, hay un oasis para la bicicleta que se llama Collserola. Una de las carreteras más tranquilas de esta sierra es la que va de Horta a Cerdanyola y es conocida popularmente como “El Forat del Vent”. Es el nombre de un coll de una pista próxima, aunque el nombre oficial del paso que atraviesa es “Portell de Valldaura”.
La subida desde Barcelona se inicia cerca del velódromo. Hay que seguir las indicaciones de dirección a Cerdanyola hasta el semáforo donde empieza la carretera BV-1415. En medio kilómetro ya habremos atravesado el puente que pasa por encima de la ronda y estaremos fuera de la ciudad. Enseguida rebasaremos el desvío del cementerio y a partir de ese momento empieza la sensación de estar subiendo un puerto. La pendiente es muy suave pero suficiente para ofrecernos en poco tiempo una panorámica de la ciudad. Si el día es despejado, la silueta de Barcelona recortada sobre el mar nos acompañará hasta el collado. Estaremos en el punto más alto cuando pasemos por debajo de un puente.
La vertiente del Vallès es muy diferente. Empieza en el barrio de Montflorit de Cerdanyola del Vallès y para encontrar su inicio hay que seguir las indicaciones de Barcelona por Horta. La carretera se inicia en bajada hasta el puente que cruza la Riera de Sant Cugat. A diferencia de la otra vertiente, en esta los árboles nos acompañarán toda la subida e incluso pasaremos por algunos rincones de espesa vegetación que nos harán olvidar que estamos junto a la gran urbe. Sabremos que estamos llegando arriba cuando veamos el Vallès a nuestros pies y a lo lejos Montserrat, Sant Llorenç de Munt y el Montseny.
María Fuster puso una foto en panoramio para situarlo exactamente. |
Cartel sencillo, cartel pequeño, puerto pequeño, historia grande……. Protagonista y protagonistas pequeñas…. Y grandes, muy grandes.
Merche y María, María y Merche…. Como me gusta recordar aquel día en la que desde sus tierras catalanas, realizaron su pequeño viaje de “peregrinación” al cartel de Abantos. Sonrientes y con los ojos muy abiertos, disfrutaron de cada momento y de cada astilla de ese día y de ese cartel. Merche, siempre parece querer estar en segundo plano, hablaba poco, pero cuando lo hacía era siempre para sembrar sonrisas en nuestras caras como cuando dijo, “Buru, haber si haces un cartel para el Forat”. Yo, Madrileño y de Carabanchel…. Como se puede comprender, en la vida había oído hablar de esa subida tan reconfortante para los cicloturistas de una gran urbe dominada por los coches como es Barcelona. Con el tiempo, María y Merche, Merche y María fueron ocupando más sitio en mi admiración y en mi corazón.
El viaje a colocar el cartel del Pradell, fue la excusa para hacer realidad esa frase de Merche…. Primer cartel de una subida no CIMA y del cual ha salido la semilla de un futuro proyecto, El cerro Garabitas en Madrid, tiene muchísimo que ver con el Forat del Vent para Barcelona…. Un oasis entre las carreteras invadidas por los coches para los cicloturistas de dos grandes ciudades.
El cartel del Forat me causa una sensación muy especial…. Sé que Merche pasa por allí un día si y otro también…. Y de alguna manera, siento esa pequeña sonrisa, cada vez que ella pasa por allí. Estas cosas pequeñas que a mi me hacen feliz.
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En Abril de 2012 María retiró el cartel para restaurarlo tras unas lluvias torrenciales que habían removido la tierra y lo habían torcido. Fue replantado el 6/10/12.
El 14/08/2013 Rusuu advierte que el cartel no está, sólo el poste. Días después lo encuentra María tirado en el suelo.
En enero de 2014 Buru empieza a hacer uno nuevo,
pirograbado, que fue colocado por María, Merche y otros amigos el
5/07/2014.
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Siempre he tenido el apremio de coronar el puerto que empiezo. Ahora cuando subo al Forat y veo mi cartel, se me olvida que ya estoy arriba. Sonrío, veo en él reflejadas las caras de los amigos de APM que me han alegrado la subida de tantos otros puertos y se me olvida que voy sola. Me doy la vuelta para mirarlo desde la otra vertiente y ver quién llevaba detrás. Veo que no hay nadie, pero la bajada se me llena de risas y ganas de vivir para seguirlas oyendo.
En ma terra del Vallès
tres turons fan una serra,
quatre pins, un bosc espès,
cinc quarteres massa terra
Com el Vallès no hi res! |
En mi tierra del Vallès
Tres colinas son una sierra
cuatro pinos, un bosque espeso
Cinco cuarteras demasiada tierra
No hay nada como el Vallès. |
Pere Quart,
Corrandes de l'exili |
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