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Revista Pedalier nº17 (Agosto del 2007). Página 16. Acabo de llegar a casa después de engrosar mi colección. Empezó, como supongo que muchas otras, recopilando aquí y allá sin darme mucha cuenta de lo que hacía hasta que empecé a ponerla en orden. Seguro que conocéis a alguien que se dedica a reunir objetos de lo más diverso relacionados con nuestro deporte. El organizador de una conocida marcha, por ejemplo, colecciona pins relacionados con la bicicleta y ha conseguido reunir varios miles. Hay gente que va a ver etapas de vueltas ciclistas y procura recoger bidones o bolsas de avituallamiento de diferentes equipos. Un socio de mi club guarda la tarjeta de todos los bares donde ha parado a almorzar en sus salidas ciclistas. También he podido ver una interesante colección de sellos con motivos ciclistas. Sin olvidarnos de los cazadores de autógrafos. Pero aunque algunas colecciones pueden ser muy bonitas, quienes no disponemos de mucho sitio en casa lo tenemos difícil y aunque a mí me encantaría tener una colección de bicicletas antiguas, afortunadamente hay otras opciones que no necesitan tanto espacio. Y una de esas es a la que me he aficionado últimamente aunque no adquirió carácter de colección hasta que empecé a clasificarla. Se trata de los puertos que he ascendido. Me he inscrito en el reto CIMA. Las siglas corresponden a Certificado Ibérico de Montañas Ascendidas. Todo empezó cuando Diego Agüero pensó en trasladar a la península Ibérica la idea de los BIG (Brevet International du Grimpeur), lo propuso en el foro de APM (altimetrias.net) y se encontró con una acogida fantástica. Se trataba de seleccionar las subidas más representativas de cada provincia y para conseguirlo se ha seguido un largo proceso para determinar las que merecían estar en la lista. Imaginad que tenéis previsto un viaje a una determinada provincia, naturalmente pensáis llevar la bici, y pedís consejo sobre los puertos interesantes que hay allí a unos cuantos ciclistas que conocen la zona. Ellos empiezan a proponer unos cuantos y, después de debatir unos meses, finalmente os dan una lista de los puertos que por dureza, belleza o tradición son los más recomendables. Además os dan datos sobre longitud, desnivel y punto de partida. ¿Qué más se puede pedir? Pues así ha ido la cosa, pero para todas las provincias españolas más el añadido de Andorra y Portugal. De esta manera, se ha elaborado una lista de 601 puertos que vale la pena subir. Seguro que si la consultáis descubriréis, como me pasó a mí, que también estabais empezando una colección sin saberlo. Las ventajas de esta colección son múltiples. Además del espacio nulo que se necesita para almacenarla, se puede aumentar mientras se está de vacaciones, no tiene un precio prohibitivo, si se va en compañía sirve a todo el grupo y una vez has ascendido un puerto ya no hay quien te lo quite, lo tienes para siempre. También tiene inconvenientes y es que no se pueden cambiar los repetidos, no se pueden comprar los que te faltan y cada vez has de ir más lejos para conseguirlos, aunque a lo mejor eso es una ventaja... . Pero lo peor de todo es que puede crear adicción. A partir del momento en que te apuntas a la lista, empiezas a programar tus salidas ciclistas en función de los puertos CIMA que te faltan. Como cualquier colección, tiene piezas muy fáciles de conseguir, aunque no necesariamente menos bonitas, y otras que casi seguro no llegaré a tener jamás. Poca gente habrá que consiga completarla, pero mucha que disfrute mientras lo intenta. Además, aunque está planteado como un reto personal no competitivo, si eres de los que les gusta picarse, dispones del "ranking" de los logros de cada cimero y podrás observar como vas avanzando en la lista, aunque a la que te despistes, te adelantarán. Si no te convence la intangibilidad de esta colección, a medida que acumules puertos, podrás ir obteniendo diferentes diplomas que lo acrediten. Y si tienes afición a hacer trampas, tendrás un problema porque nadie te va a pedir pruebas de tus ascensiones, tú sabrás a quien intentas engañar. Desde luego, a partir de ahora no pienso ir más de vacaciones sin añadir a mi equipaje ciclista la lista CIMA. Y poco a poco continuaré añadiendo puertos al zurrón. Maria Fuster Foz |
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