Ciclismo de Madera y Viento |
Imágenes curiosas |
Entrevista publicado en el nº 23
Más conocido como Buru,
este madrileño de 40 tacos se ha hecho famoso en este país
no por sus logros en bici, que los tiene y muchos con sus más
de 80 puertos escalados, si no por materializar en madera su locura
por las cumbres. Cansado de subir montañas por nuestra geografía
y no encontrar un triste cartel en la mayoría de cimas con
el nombre del puerto, y después de haber visto, con sana envidia,
como en nuestro país vecino sí tienen todos los cols
marcados, empezó a vislumbrar, en octubre de 2006 y junto
a otros amigos, la posibilidad de realizar él mismo, con sus
propias manos, estos carteles que ya forman parte de nuestro paisaje. Primero pensó en su Sierra madrileña y en su querido Abantos, el puerto que año tras año más lo ha visto pasar por su cima y que sirviera de reivindicación al hecho de que nadie lo hubiera “nombrado”. Se puso manos a la obra, se hizo con unas tablas, unos “costeros”, un poco de pintura y desde su taller sacó todo el arte que este manitas lleva dentro, confeccionando un cartel precioso, muy vistoso, que además fue “expuesto” antes de su colocación para su visto bueno. Ni qué decir que el cartel, y la iniciativa en sí, fue muy aplaudido y vitoreado, y junto a su amigo José, el 11 de noviembre de aquel mismo año lo “plantaron” en Abantos, haciendo realidad el sueño que llevaba tiempo rondando por su cabeza. Fue felicitado con emoción por los locos de las cumbres y el cartel se convirtió en todo un símbolo, lugar de peregrinación para muchos, que se hacen con orgullo la foto de rigor junto a él. Jordi Escrihuela
|
BURU 
Todo
esto lo animó a continuar y así fueron cayendo, uno
tras uno, los carteles de El Mediano (Ávila), Fuente de la
Reina (Segovia), La Quesera (Guadalajara), Laguna Negra de Urbión
(Soria), Monte Ardal (Albacete), Peña Ranero (Bizkaia), La
Centenera (Ávila), Arimegorta (Bizkaia), Alto de Peñalba
(Guadalajara) y La Jarosa (Madrid), todos ellos magníficos,
convirtiendo los días de plantada en una fiesta, como la será en
junio en el terrorífico Pradell (Barcelona), donde colocarán
el cartel a uno de los colls más duros de Catalunya o en septiembre
en Asturias en el Pico Aguión. Buru disfruta haciéndolos,
sacando horas a su tiempo libre, demostrando un amor apasionado por
este deporte y por la naturaleza, aunque alguna vez, por suerte muy
pocas, se ha llevado -nos hemos llevado- el disgusto de ver como
algún “xxxxx” -lo dejamos a tú elección-
ha destrozado o robado su obra, pero como él mismo dice, ante
la acción, reacción, y lo vuelve a hacer, aún
mejor si cabe, y lo vuelve a plantar (El Mediano). 
También
se llevó una gran satisfacción cuando pudo comprobar
cómo en la última Vuelta, Perico se acercó hasta
el cartel de Abantos, momento que quedó inmortalizado por
la televisión y que le produjo muchas llamadas de felicitación.